
Vive de tu pasión. Esta es mi historia.
Quiero compartir contigo mis valores y porqué hago lo que hago.
La historia detrás de Jaboneko
Mi historia en la cosmética empezó de una forma muy sencilla… intentando reciclar aceite usado en casa. Mi marido me comentó que con eso se podía hacer jabón, así que me lancé a buscar en Internet. Lo que encontré me fascinó. Reciclé el aceite y, para mi sorpresa, aquel líquido oscuro se convirtió en preciosas pastillas de jabón blanco para la ropa. ¡Era pura alquimia!
Así fue como me enamoré de la jabonería. Al principio fui autodidacta: compraba libros, experimentaba... pero pronto sentí la necesidad de formarme de verdad. Y no paré: me titulé como Técnico en Dermocosmética Natural y cursé un Máster en Cosmética y Dermofarmacia.

En 2018 abrí mi canal de YouTube para compartir mis avances, y creé la web de Jaboneko con un logo muy especial: un hada de la naturaleza que dibujamos juntas mi hija y yo, cuando ella solo tenía cinco años. Era fan de Campanilla, y ese dibujo es hoy un símbolo de amor, magia y propósito.
En paralelo, yo dirigía mi asesoría de empresas, que había fundado en 2008. Allí ayudaba a emprendedores a poner en marcha sus negocios y, gracias a mi formación como economista, sabía bien lo difícil (y a la vez apasionante) que es emprender.
Durante mis estudios en cosmética conocí a muchas artesanas con talento, con el sueño de crear su propia marca… pero atrapadas en la idea de que era imposible: “La normativa es muy complicada”, “Hay que ser química”, “Se necesita muchísimo dinero”…
Como buena curiosa (y economista con experiencia), decidí investigar. Y descubrí algo revelador: no era cierto lo que les habían contado. Había mucho mito, mucha desinformación, mucho miedo.
Así que me especialicé en Regulación Cosmética y Buenas Prácticas de Fabricación, y tomé una de las decisiones más valientes de mi vida: traspasé mi gestoría y me dediqué por completo a ayudar a otras mujeres como yo a emprender con claridad, con seguridad y con verdad.

Así nació la Mentoría LEU y la Escuela de Emprendedores en Cosmética. Un lugar donde no solo enseño cómo emprender legalmente en este sector, sino donde acompaño a artesanas valientes a convertir su pasión en una profesión. Porque sí, es posible
Mi misión
Mi misión es ayudar a artesanas y artesanos a poner en marcha su propio negocio de cosmética natural, para que puedan transformar su pasión en su profesión y vivir de lo que aman.
Creo profundamente que la cosmética artesanal no solo cuida la piel, sino que también puede cambiar vidas: la de quien la crea, la de quien la usa… y la del planeta.
Por eso dedico mi trabajo a acompañar, formar y empoderar a personas que sueñan con emprender, guiándolas paso a paso para que puedan hacerlo de forma legal, segura y sostenible.
La misión de la Escuela de Emprendedores en Cosmética
La Escuela nació con un propósito muy claro: profesionalizar la cosmética artesanal y romper con los mitos y barreras que impiden a muchas personas dar el paso.
Aquí no solo enseñamos normativa o formulación: ofrecemos una formación práctica, actualizada y real, diseñada para que puedas construir un negocio sólido, alineado con tus valores y con impacto positivo. Porque creemos en un mundo donde las artesanas tienen voz, negocio y futuro.
Por eso esto aquí
Para que tú también puedas cambiar el rumbo de tu historia.
Para que tu talento no se quede en un cajón, ni tus productos en una estantería.
Para que sepas que sí es posible vivir de lo que amas, de forma legal, profesional y con propósito.
No necesitas tenerlo todo claro ni hacerlo sola. Solo necesitas empezar.
.